“Alemania es un país que nunca ha pagado sus deudas. No está en condiciones de dar lecciones a otras naciones“, sostiene el destacado economista francés Thomas Piketty.
“Los que quieren expulsar a Grecia de la zona euro terminarán en el
basurero de la historia”, opinó Piketty en una entrevista al diario
alemán ‘Die Zeit’. Pero el economista no se limitó a describir la
postura de la UE hacia Atenas como “un grave error”, sino que subrayó
que el liderazgo de Berlín en esa política económica es “una gran broma”.
Como ejemplo básico Piketty mencionó el Acuerdo de Londres de 1953,
que anuló más de un 60% de la deuda externa alemana acumulada tras las
dos guerras y reestructuró sus deudas internas. Al terminar la Segunda
Guerra Mundial en 1945, la deuda de Berlín se posicionó en más del 200%
de su PIB, recuerda el economista.
Una década más tarde la deuda pública de Alemania del Oeste era de
menos de un 20%. “Nunca hubiéramos logrado esta reducción increíblemente
rápida de la deuda con la disciplina fiscal que hoy recomendamos a
Grecia”, destacó el economista.
Según subrayó, hay dos maneras claves
de pagar las deudas, y no solo una, tal como Berlín y París hicieron
creer a los griegos. Uno de estos métodos lo puso en práctica el Imperio
británico en el siglo XIX, después de sus costosas guerras con
Napoleón.
Londres llevó a cabo una estricta disciplina presupuestaria: durante
más de 100 años dedicó entre un 2% y un 3% de su economía a repagar sus
deudas, más de lo que destinaba al sistema de educación. La estrategia
funcionó, pero requirió un tiempo extremadamente prolongado, puntualiza
Piketty, y condena el hecho de que este mismo “método lento” es el que
recomiendan a Grecia.
El segundo método es mucho más rápido y Alemania lo probó en el siglo XX, insistió el economista. Según
él, el llamado ‘milagro económico alemán’ estuvo basado en tres
pilares: la inflación, un impuesto especial a las fortunas personales y
el mismo tipo de “alivio de la deuda” que hoy se le niega a Atenas.
“Europa fue fundada basándose en el perdón de la deuda y la inversión
en el futuro. No en la idea de la penitencia sin fin. Tenemos que
recordar esto”, insistió.
Abordando el tema del ‘grexit’, Piketty advirtió que desataría una
reacción en cadena. “Si empezamos a expulsar Estados, la crisis de
confianza en la eurozona solo se agravará. Los mercados financieros se
dirigirán inmediatamente hacia otro país.
Esto daría inicio a una agonía eterna: bajo su presión, nos
arriesgamos a sacrificar en el altar de una irracional política
conservadora de austeridad el modelo social europeo, su democracia y, al
fin y al cabo, su civilización”, concluyó el economista.
Desde su punto de vista, la solución podría ser crear una
nueva institución europea, quizá un comité dentro del Parlamento
Europeo, que determine el déficit de presupuesto máximo permisible para
prevenir el rebrote de la deuda. “Las decisiones presupuestarias no deben estar fuera de alcance de las legislaturas”, subrayó.
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